Un correcto mantenimiento del césped natural en verano puede evitar la aparición de los enemigos del césped natural como los hongos y enfermedades.
Los enemigos del césped natural:
La formación de césped en tepe pasa por una fase crítica tras su colocación en el terreno de asiento. Esta situación es especialmente delicada si la época del año es calurosa, y las temperaturas son altas. Las 2-3 primeras semanas, hasta que se produce una suficiente masa radicular son, por tanto, las fechas en las que hay que aplicar mayor atención a la pradera. No podemos bajar la guardia en ningún momento. Además, un césped no se puede considerar maduro del todo hasta que no ha pasado su primer invierno, y su sistema radicular ha alcanzado un desarrollo pleno.
En este sentido los dos enemigos del césped natural más duros (no los únicos, por supuesto) que se ha encontrado son dos:
- Altas temperaturas, que junto con vientos circunstancialmente fuertes puede provocar la deshidratación y marchitamiento del césped, especialmente si el aporte hídrico mediante el riego no es todo lo eficaz posible. Hemos de pensar que el caudal que se debe aportar en estas fechas ha de ser (por lo menos) de 5-6 l/m2 y día, aunque depende del drenaje del terreno.
- Las altas temperaturas, unidas a un régimen de humedad alto, suponen un caldo de cultivo idóneo para las enfermedades fúngicas. Si la humedad fuera baja, correríamos el riesgo de que el césped se nos seque. Por tanto, tenemos que buscar un punto óptimo de riego para evitar que se produzcan determinadas enfermedades u hongos.
Destacar entre otras enfermedades el Pithium y el Dóllar Spot, hongos clásicos del verano. Son agresivos cuando las temperaturas nocturnas se encuentran entre los 21º y 27º y con períodos de humedad relativamente alto. Ello puede arrasar un jardín de césped en pocos días cuando no es atajado de forma adecuada con tratamientos químicos. Los síntomas que aparecen son manchas amarillentas en las hojas que van tomando un aspecto muy húmedo. Luego se convierte a un color paja para acabar con un color marrón rojizo.
Estos enemigos del césped natural que se han expuesto no son las únicas que pueden afectar gravemente a las plantas. Desgraciadamente existen multitud de factores que pueden causar su muerte.
Desde Agrocesped se realizan tratamientos exhaustivos al menor indicio de enfermedad. Los tratamientos que pueden paralizar estas enfermedades son cuya materia activa sea Azosystrobin y Clortalonil. Así, se mantiene un control estricto en cuanto al riego. De la misma manera, se desarrollan tratamientos preventivos con fungicidas para evitar la aparición. En consecuencia, un mantenimiento adecuado durante los primeros meses de la instalación es fundamental para su enraizamiento y su disfrute.